Como mujer, tu vagina sufre serios cambios a lo largo de tu vida. Es un tema que puede avergonzarte. Puede que te resulte difícil hablar de los problemas que puedas tener en esa zona, pero no eres la única.
El parto y los cambios que se producen a medida que se acerca la menopausia pueden hacer que te sientas francamente incómoda, ya que los tejidos de la vagina se estiran, se secan y se aflojan. Esto es especialmente cierto cuando se trata de los labios vaginales. Los labios menores, o internos, y los labios mayores, o externos, pueden perder su elasticidad con el tiempo.
Es posible que tengas un exceso de tejido que te estorbe. Uno de los mayores problemas puede ser el impacto en su confianza sexual. Puede resolver este problema con una labioplastia.
¿Cuándo tener relaciones sexuales tras una labioplastia?
Una labioplastia se considera una cirugía estética para recortar un exceso de piel o tejido que afecta a sus labios. Cuando le causa dolor o problemas persistentes, puede incluso considerarse médicamente necesaria.
Mediante el uso de anestesia local y herramientas quirúrgicas, el cirujano puede tratar cualquier problema que tenga con un exceso de tejido en cualquiera de sus labios. Muchas mujeres se someten a un tratamiento quirúrgico de los labios interiores y exteriores.
Aunque la labioplastia no tiene por objeto proporcionarle placer sexual, muchas mujeres mejoran sus relaciones sexuales cuando ese exceso de piel deja de ser un obstáculo. Puede esperar un aumento de la confianza durante las relaciones sexuales cuando ya no le preocupa que pueda ser doloroso o que la piel sobrante pueda ser embarazosa.
Una vez que se le autorice el alta, podrá volver a casa, puede esperar algunas molestias e hinchazón. Asegúrese de seguir todas las recomendaciones del cirujano, incluida la ausencia del trabajo inmediatamente después de la intervención.
Deberá evitar las relaciones sexuales mientras los delicados tejidos de la vagina se curan después de la intervención. Su cirujano le recomendará el tiempo que debe esperar, aunque el tiempo promedio es de tres a cuatro semanas. Tras un mes, podrá volver a su rutina con total normalidad.